“…llevó las ovejas a través del desierto y llegó hasta Horeb, monte de Dios”
Exodo 3:1
Cuando Moisés huyó de Egipto a Madián, nunca se imaginó lo que significaría para él que un día, llevase el rebaño de su suegro, hasta el monte Horeb. Y que en ese monte Dios lo esperaba para tener un encuentro maravilloso con él!
Muchos de nosotros hemos comentado que hemos sentido la presencia de Dios ya sea en una reunión, al cantar una alabanza, al orar, etc. Pero experimentar la presencia de Dios es un proceso.
El proceso de experimentar la Presencia de Dios:
Desierto- podemos estar experimentando la mayor sequedad espiritual en nuestras vidas o vernos en situaciones apremiantes y aun así no buscamos a Dios porque estamos “ciegos” espiritualmente.
Así como Moisés llevó el rebaño de su suegro al monte Horeb, sin saber que ese era el inicio de un caminar, así Dios nos conduce al monte cuando estamos en esa ceguera espiritual.
Monte- Bíblicamente, los montes han sido el lugar en donde los encuentros con Dios han sucedido. En el monte de los Olivos, Jesucristo ascendió a los cielos y dice la Palabra que allí pondrá su pie cuando El regrese a este mundo.
El monte hay que subirlo, no es fácil, incluso la pendiente puede ser elevada pero el Amor del Señor nos fortalece a seguir y llegar hasta la cima. Conste, nosotros no llegamos al monte por nuestra voluntad, El nos lleva.
Tiempo- El hecho de subir al monte, no es sólo experimentar la presencia de Dios y bajar inmediatamente. No, El nos tiene el tiempo suficiente “allá arriba” para que la presencia de Dios sea real en nuestras vidas- Y SE LOGRE UNA TRANSFORMACION.
Lo interesante de este proceso es que en realidad Moisés subió 2 veces al monte:
La primera vez, Moisés descendió con las tablas de la ley y al ver al pueblo en completa idolatría adorando al becerro de oro las quebró.
”..vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos y las quebró al pie del monte” Exodo 32:19
Moisés necesitaba más tiempo con Dios, dejar su carnalidad y dejarse transformar por Dios.
“..pero yo subiré ahora a Dios” Exodo 32:30
Según él, él cree que hará cambiar a Dios de parecer; lo que Moisés no sabía era que:
Dios lo esperaba nuevamente para terminar el proceso en él.
En la segunda vez, Moisés permanece 40 días y 40 noches en el monte Sinaí.
”Y él estuvo con Dios cuarenta días y cuarenta noches;…” Exodo 34:28
No iba a ser fácil encarar y hacer que el pueblo recién salido de Egipto obedeciera las leyes que Dios daba para ellos. El período de cuarenta días, o años, etc en la Biblia indican termino de un período (no agradable a Dios) e inicio de otro (bajo la cobertura de El).
Evidencia- Moisés bajó con las tablas de la ley y su rostro resplandecía.
Dios había completado el proceso con él.
Moisés tenía que bajar transformado y lleno del Espíritu Santo para afrontar a ese pueblo idolatra y desobediente.
“Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio,…y la piel de su rostro resplandecía” Exodo 34:29
Cuantas veces nos hemos encontrado en “el desierto” y vemos el monte enfrente de nosotros y no sabemos que lo que Dios quiere hacer con nosotros es llevarnos precisamente a ese monte- llevarnos a un proceso transformador, llevarnos a la misma Presencia de Dios!
Dios les bendiga!
En la segunda vez, Moisés permanece 40 días y 40 noches en el monte Sinaí.
”Y él estuvo con Dios cuarenta días y cuarenta noches;…” Exodo 34:28
No iba a ser fácil encarar y hacer que el pueblo recién salido de Egipto obedeciera las leyes que Dios daba para ellos. El período de cuarenta días, o años, etc en la Biblia indican termino de un período (no agradable a Dios) e inicio de otro (bajo la cobertura de El).
Evidencia- Moisés bajó con las tablas de la ley y su rostro resplandecía.
Dios había completado el proceso con él.
Moisés tenía que bajar transformado y lleno del Espíritu Santo para afrontar a ese pueblo idolatra y desobediente.
“Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio,…y la piel de su rostro resplandecía” Exodo 34:29
Cuantas veces nos hemos encontrado en “el desierto” y vemos el monte enfrente de nosotros y no sabemos que lo que Dios quiere hacer con nosotros es llevarnos precisamente a ese monte- llevarnos a un proceso transformador, llevarnos a la misma Presencia de Dios!
Dios les bendiga!