“Y cuando trajeron a tierra las barcas,dejándolo todo, le siguieron” Lucas 5:11
Cuando estos pescadores experimentados estaban a la orilla del lago de Genesaret, nunca se imaginaron el milagro que experimentarían en su pesca ese día ni la experiencia espiritual que marcaria sus vidas.
LAVANDO LAS REDES
Asi estaban estos pescadores ese día, lavando las redes. Cuando se lavan las redes es que se ha terminado la pesca, se ha guardado la barca y se han recogido los peces.
Ellos habían logrado hacer dos cosas únicamente y la más importante, la pesca, no la habian logrado realizar.
Cuantas veces hemos estado nosotros así también en el plano espiritual? Nos conformamos con la poca “pesca” y decidimos lavar las redes y guardar la barca.
Basándonos en Lucas 5:3-.4 el Señor entra en acción y sucede lo siguiente:
Entra en la barca- El toma el control y nos quita toda autoridad.
Aparta la barca de la tierra un poco- quiere que tengamos una perspectiva diferente
Nos lleva mar adentro- nos lleva al lugar en donde le escucharemos y no tendremos distracción.
Nos dice que echamos las redes – El sabe el momento preciso de hacerlo.
Ahora muchas veces viene la protesta como lo hizo Pedro en esa ocasión y creemos que como hemos manejado nuestra vida hasta ese momento, sabemos más que El, y le decimos que allí no es el lugar porque ya hemos tirado la red TODA LA NOCHE, ojo! Y no logramos pescar nada.
Hemos estado en la noche, haciendo lo que El quiere que hagamos en la luz, en SU LUZ!
Cuál fue la luz que hizo la diferencia en ese momento y pudieron sacar la red llena de peces la cual se rompía dice la Palabra en Lucas 5:6? La fé.
La fé hizo que Pedro declarara: ”…más en tu palabra echaré la red” Lucas 5:5b Aquí queda claro que en su poder SI LOGRAMOS HACER LO QUE EL NOS PIDE.
Y este proceso mencionado arriba hace que obren dos cosas en nosotros:
1. Reconocemos la Autoridad Espiritual de nuestro Señor: “Viendo esto Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús…” Lucas 5:8a
2- Reconocemos nuestro estado espiritual- “…apartate de mi, Señor, porque soy hombre pecador”. Lucas 5:8b
Cuando este proceso se dá y logramos reconocer estos dos hechos en nuestra vida, fácilmente dejamos todo aquello que hemos llevado sin Su conocimiento: nuestra vida espiritual, el tomar decisiones sin consultarle, el seguir intentando en la noche… y podemos entonces dejar la barca o sea nuestra vida en sus manos y es entonces cuando es fácil seguirle.
Dios les bendiga!
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